Cosas que no nos gustan.

A veces nos encontramos (en nuestro trabajo) con situaciones que no nos gustan. Normal por otra parte. Pueden ser consecuencia de tres factores. 
Uno: el camarero. En ese caso podéis dejar de leer. Dos: el cliente porque es así y no lo vamos a cambiar. Y tres: el cliente por desconocimiento y, a veces incluso, por querer ayudar. 
No nos gusta (generalizando) que os sentéis en la única mesa que aún está por recoger. Ya, ya sé que había que acabar limpiándola, pero.....no nos gusta.
-Ibas a recogerla, ¿no?
-Si, no se preocupe, me da igual.
¡Mentira! De hecho, si hay más de un camarero trabajando seguro que ya se comentó antes de ir a atenderla. 
No pasa nada, y es nuestro trabajo, pero aquí estamos hablando de otra cosa. 
No nos gusta que paséis de nosotros. 
-Hola buenos días. ¿Qué van a tomar?
-Ayer estuve en las rebajas y no encontré nada.
-Yo tampoco Mari. Todo tallas pequeñas. 
-Hola....buenos días.
-Mañana vuelvo a ver si hay algo nuevo.
-HOLA BUENOS DÍAS. 
-Ah, hola, no te habíamos visto. 
-Ya , ya. 
-Para mi un descafeinado. 
-¿De sobre o de máquina?
-Si. 
-Si.......¿qué?
No nos gusta que a un saludo......"hola buenos días" la contestación sea......un cortado. Queda mucho mejor....."buenos días. Un cortado"
Ya, ya sé que al otro lado de la barra pasa lo mismo, pero de eso hablaremos otro día. 
No nos gusta que nos mintáis. 
-¿Qué tal la comida?
-Muy rica, me gustó mucho. 
Ante esa respuesta sobran más preguntas. El cliente está dando a entender que hacemos bien nuestro trabajo (cocinar en ese caso) y lo que provoca es que sigamos haciéndolo así. Si es por quitarnos de en medio y la realidad es que la carne no estaba buena, o el plato de macarrones estaba frío.....nos está haciendo un flaco favor. Queremos aprender, y, normalmente, se aprende de los errores. 
Existen un montón de cartelitos simpáticos en bares y demás. Alguno muy recomendable. Creo que ya lo dije en este blog. Si algo te gusta....dilo fuera. Si algo no te gusta...dilo dentro. 
No nos gusta pasar esa rayita que divide el servicio del servilismo. 
-Buenos días. ¿Qué va a tomar?
-Café. Y me saca tabaco. Ducados rubio blando. 
-Ehh.....pues.....vale. ¿Me da dinero para la máquina del tabaco?
-No, luego, cuando te pague. 
No. No estamos para eso. Hay excepciones. Si una persona en silla de ruedas, o con muletas te pide tabaco....tendrá tabaco. Y posiblemente con una sonrisa en la cara. 
Si la conversación anterior la tienes con un chico de ....treinta años, que lleva una mochila para ir al gimnasio.....no procede. 
Lo cojonudo (perdón, lo bueno) es que es probable que si le dices....
-No, mire, ahí tiene la máquina del tabaco. ¿Necesita cambio?
....posiblemente sea motivo de enfado. 
-¡Qué desagradable!
La esclavitud se abolió hace años. Creo. 
Insisto, son minoría. Hay muchos más momentos buenos que de estos que estoy contando, pero cuando surgen.....nos ponen de mala leche.
No nos gusta tener cerrado (porque aún no hemos abierto o porque ya hemos cerrado) y que preguntéis.....
-¿Está cerrado?
-Si. 
-Y.....¿no podría tomar algo? Rápido. Pa no molestar. 
-Es que vamos a marchar ya. 
-Ya, pero ná. Una cervecina y listo. 
Esa conversación acaba mal. Seguro. 
O cliente enfadado.....o camarero esperando con el bar fregado a que el de la cerveza acabe de contarte como arreglaría él el país (¿tiene arreglo?).....o le insinúas que es muy tarde y se lo toma mal........
Es un problema fijo. 
Esto igual no lo habíais leído o escuchado nunca. Os lo voy a contar. 
Si veis un bar, con poca luz....puerta cerrada....persiana bajada.....tele apagada...
sillas encima de las mesas......y alguien barriendo......ESTÁ CERRADO. 
Otro día .....más. 
(Hoy fui un poco durillo con los clientes. Lo sé. Y sé que la mayoría no sois así. Y sé que nosotros también  tenemos nuestras cojonadas, así que otro día......puyitas para los camareros).