El camarero parlanchín

El camarero parlanchín

sábado, 25 de enero de 2014

Psicología.

No todos los clientes son iguales. ¡Por supuesto que no!
Por eso mismo un buen camarero debe ser un poco....camaleónico. Debe saber amoldarse al cliente que está atendiendo en ese momento. Voy a intentar explicarlo. 
Hay gente que va a una cafetería a tomar un café, desayunar o comer. Y punto. No quiere ninguna conversación que no sea estrictamente necesaria. 
-Hola, buenos días. ¿Qué va a tomar?
-Buenos días. Café cortado y vegetal.
-Aquí tiene. 
-¿Qué le debo?
-Dos con cincuenta. 
-Tenga. Gracias. 
-A usted. 
Y ya está. Posiblemente sea de los que no pide prensa. La busca. De los que no participa de ninguna conversación ajena. De los que sabes que se ha ido porque la taza está vacía. 
Ese cliente estará encantado con un camarero de los serios, correctos, educados, profesionales. De los que van a lo suyo. A trabajar. Parco en palabras.
Sin embargo, a un bar va mucha gente con ganas de conversación. 
-¿Qué tal? Vaya frío, ¿no?
-Pues si. ¿Qué tomamos?
-Café y pincho de Urdangarín.
-¿Perdón?
-Si oh....de chorizo. 
-Ah, vale. 
Quiere charlar, hablar de cualquiera de las noticias de actualidad, de fútbol, de política, de lo que sea. 
En este caso, el camarero debería dejar a un lado ese formalismo y tener la capacidad suficiente para entablar una conversación con el del chorizo. 
Mismo camarero, dos clientes diferentes.... mismo resultado. Amabilidad. 
Es complicado. Hay (muchos) camareros que no sabemos amoldarnos a la situación, y el resultado puede ser un señor, o señora descontento. 
-Bueno días.  ¿De vacaciones?
-Buenos días. NO. ¿Me pone una Mahou?
-¿Trabaja por las tardes entonces?
-NO. 
-¿Un ERE? ¿Le ha pillado un ERE? Es jodido eso. 
-NO. ¿Me trae la Mahou por favor?
No quiere conversación. No insistas. Quiere tomar una cervecina tranquilamente. Sólo eso. 
A cosas como estas me refería el otro día cuando hablaba de que somos un poco...psicólogos. El que debe "cambiar" o adaptarse es el camarero, para que el cliente se sienta cómodo. Ojo...adaptarse sin llegar al servilismo. La rayita que separa servicio de servilismo es muy delgada, y no debería pasarse nunca. 
Otro día.....más. 
(La semana que viene tendré alguna sorpresa para vosotros).

1 comentario:

  1. El camarero parlanchin es psicologo y, ademas, misterioso.

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