El camarero parlanchín

El camarero parlanchín

martes, 2 de septiembre de 2014

Comerciales.

Dicen que la mitad de la gente compra lo que la otra mitad vende. Es un poco exagerado, pero es muy acertado. El caso es vender. Productos.....información.....servicios......pero vender.
En hostelería estamos para vender, pero no es lo mismo atender a la gente que venderle algo.
-Hola, buenos días.
-Hola, buenos días. ¿Qué va a tomar?
-Un café con leche.
-Aquí tiene.
Eso es atender a un cliente.
-Hola, buenos días.
-Hola, buenos días. ¿Qué va a tomar?
-Un café con leche.
-Muy bien. ¿Le apetece un trocito de bizcocho casero con el café?
Eso es vender. Atender....y vender.
Yaaaa.....ya sé que a veces la gente abruma con esas cosas. Yo hablo de vender sin excederse. En ciertas zonas turísticas encontramos gente en la calle "invitándonos" a entrar en los sitios. Si te descuidas te agarran del brazo y todo. Eso es otra cosa. Y, particularmente, no me gusta. Por las noches también se ve en los bares de copas. Van a la caza de la gente que sale de cenar para que entren a tomar la última antes de ir pa casa. Insisto, eso no es vender. Se hacen llamar relaciones públicas.
Pero hoy quería hablar de los que viene a vender a los bares. Los comerciales. Muchos, muchísimos y muy variopintos.
Hay mil maneras diferentes de intentar vender un producto en un bar. Algunos no tienen falta vender, vienen a hacer el pedido. Es una venta segura. Ejemplo.....el de la Coca-cola. Le vas a comprar. Si.....o si. Exisrten muy pocos sitios que no lo hagan. En Asturias hace poco, con la movida de Colloto hubo un conato de rebeldía, pero poco a poco se vuelve a la normalidad.
A lo que voy, ese comercial lo tiene "fácil". Hablo de los que tienen un producto que no tiene la venta tan segura. De esos que hay que currárselo.
Desde el tranquilo que viene una.....dos.....tres.....diez veces y no le compras nada. No importa, él seguirá entrando por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y....
-Hola, buenos días.
-Hola.....oye, que....bueno....esta semana no necesito nada.
Ya.....ni esta ni ninguna!!!! Que podría decirlo, pero no......
-Ná, tranquilo, otra vez será.
No quiero ni imaginar lo que irá pensando cuando salga, pero de cara al del bar.....intachable.
Si venden será por insistencia. Insistencia educada.
Otra insistencia (menos sutil) es la del que se cree que lleva el mejor producto del mercado. Que todos los demás son peores.
Hace años llegó un señor a un bar y pidió un café con leche. El sitio tenía fama de buen café. Le echó azúcar, lo probó y.....
-¿Me cobra? No quiero más.
-¿No le ha gustado?
-No, la verdad es que no.
-No se preocupe, le hago otro.
-No, no creo que sea cuestión de hacer otro. Creo que es el café en si. No es bueno. No me gusta.
Le hacen igualmente otro café, lo prueba, y lo mismo. Que no le gusta.
-Nada, entonces no le cobro, no se preocupe.
-Que si....que si....que no tiene nada que ver.
-No, no, faltaría más.
-Bueno, gracias. Por cierto, si quiere tener un buen café no dude en llamarme. Aquí le dejo una tarjeta. tenemos el mejor café del mercado.
No creo que sea la mejor manera de vender un producto. Ningunear lo de la competencia no suele dar resultado. A veces cuela, pero suele surtir el efecto contrario.
Otros utilizan las promociones. Ofertas. Rebajas. Lo que sea, pero el precio que inicialmente te dan siempre se puede rebajar.
-Por ser tú.....te lo dejo con un 33% si me compras dos cajas.
-Te hago un diez más una, pero no hace falta que compres diez, porque igual no tienes sitio. Entonces me compras cinco, pero como no puedo dejarte media caja, te quito el 5% sobre las tres primeras y luego ya miramos cuando.......buffff.
A veces merece la pena, pero que se haga por sistema no me gusta. Dime el precio final. No me des vueltas. Y, sobre todo, no intentes engañarme. Si puedes venderme algo a cinco euros, no me digas que cuesta siete, y si acepto nunca llego a saber que puedes bajar a cinco. A cinco......¿para los que te dicen que no? No, no es así. Si cuela.....coló.
Luego pasa lo que pasa. Dos amigos, con negocios, se encuentran, y al rato de hablar de sus cosas acaban hablando de a cómo compran cierta mercancía. Y descubren que les cobran diferente por el mismo producto. Claro, uno de los dos se enfadará. Y pedirá explicaciones al comercial.
-Ya, pero es que él tiene un 2+1 porqué me compra más que tú. Y además con él negocié hace un año, y la cosa estaba más barata. Y a ti te hago precio en otras cosas.
Milongas. Apagar fuegos por meterte en berenjenales. Una cosa es regalar algo y otra tener precios diferentes para el mismo producto. Soy de los que piensa que si un barril de cerveza cuesta 50 euros, el precio en la factura tiene que ser ese. Luego, cuando quieras, le regalas uno porque te ha comprado quince en dos meses, pero regálalo. El resultado es el mismo, pero las formas no.
Comerciales. Los que llegan con suficiencia y los que llegan pidiendo perdón.
-Hola, buenos días. Acabo de llegar a la zona y creo que mi producto tiene que estar en esta cafetería. Lo veo. Sólo este sitio es digno de tener nuestro producto.
Guau.....suficiencia y sobrao.
-Hola, buenas. No quería molestar. Les dejo aquí un listado con nuestros productos y ya si eso les echan un vistazo. Sin prisa. Y sin compromiso. Hasta luego.
Habla pa no molestar. Cree que dejando el listado allí le van a llamar. En realidad las dos maneras pueden vender. El sobrao caerá mal a muchos, y el tímido......¿tímido? ¿qué tímido? no se acordarán de él.
No existe una manera perfecta para vender. Todo el mundo es diferente, y cada uno empatizará con según qué comercial.
Ejemplo. Vender vino. A algunos hosteleros hay que decirles que el vino que les quieres vender sólo lo tendrá él en el barrio. Exclusividad. A otros, sin embargo, les gustará saber que ese mismo vino lo tiene los negocios vecinos. Así los clientes podrán hacer una ronda sin cambiar de vino. En realidad, como también los clientes de los bares son diferentes, ambos pueden tener razón. Por eso el buen comercial es aquel que antes de presentar sus productos y de iniciar su táctica estudia el local, estudia al propietario, y, si puede, estudia la clientela. Así, en algún sitio será conveniente una táctica, y en otro....la contraria. Adaptarse es la palabra.
Luego hay trucos....truquillos......y malas artes para intentar vender, pero eso.....otro día.

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